Lo que un usuario medio conoce de Internet no es ni siquiera el 10% de todos los datos que hay en la red. Tras millones de artículos, imágenes, vídeos y publicaciones inofensivas, se encuentra el oculto mundo de la Dark Web. Ahí, se encuentra todo lo que un ciberdelincuente podría estar buscando de sus víctimas, pero, ¿a qué precio? Usando los datos del informe ‘Dark Web Price Index 2022’, Enrique Mendoza ha diseñado un gráfico con el valor de nuestra información en este peligroso sitio de Internet.
El coste depende del lugar al que se acceda, pero existen precios promedios, dependiendo de los datos que se quieran conseguir. Hay información que se vende por hasta 5.500 dólares, como un malware, y otra que cuesta solo 3 dólares, como el servicio pirateado de CNBC profesional.
Los servicios a los que se pueden acceder por menos de diez euros son cuentas de Netflix, HBO, Orange TV, Hulu, de contenidos para adulto, Canva Pro, pase de liga de la NBA. Entre 10 y 20 euros, existe la posibilidad de acceder a cheques comerciales de Estados Unidos, páginas web con decenas de miles de solicitudes por segundo, cuentas de PayPal, detalles de tarjetas de crédito globales con CVV.
Aquellos delincuentes que inviertan un poco más, pueden conseguir desde 2,4 millones de correos electrónicos de Canadá o un escaneo de pasaporte ruso falsificado (100 dólares) hasta malwares de mejor o peor tasa de éxito.
De lo más caro que se puede conseguir, según el gráfico, destaca un malware de calidad premium, con una tasa de efectividad de uno por 1000, que cuesta 5.500 dólares, y documentos físicos falsificados de diferentes países, por 3.800 dólares.
¿Cómo evitar que tu información acabe en la Dark Web?
Lo digital y lo analógico cada vez están más unidos y la línea que los separa es más borrosa. Los usuarios publican datos sobre su vida personal, insertan su información bancaria en distintas plataformas… Permanecemos conectados la mayor parte de nuestro día a día y eso hace que nuestros datos sean más vulnerables que nunca.
Los expertos en ciberseguridad aconsejan que no descarguemos archivos sospechosos que nos llegan por correos electrónicos o incluso de parte de amigos, prometiendo recompensas muy suculentas. Tampoco es recomendable entrar en ningún enlace de páginas no oficiales y facilitar nuestros datos, ya que podríamos estar cediéndoselo a ciberdelincuentes.
Otro consejo es no utilizar redes WiFi pública en la medida de lo posible y hacer uso de los datos. En el caso de verse obligado a utilizar una señal pública, lo ideal es hacerlo a través de una VPN.