El Threat Hunting es una práctica fundamental en la ciberseguridad que ha evolucionado a lo largo del tiempo. Anteriormente, la seguridad digital se centraba sobre todo en proteger el «perímetro» con herramientas como firewalls y antivirus. Sin embargo, el Threat Hunting va más allá de estas barreras tradicionales, tratando de realizar búsquedas activas para identificar y detener amenazas avanzadas que podrían pasar desapercibidas.
Cada organización enfrenta sus propios retos y, por eso, no existe una fórmula mágica ni única para el Threat Hunting. Esta actividad depende de factores como el entorno en el que se trabaja, el equipo que se tiene y las particularidades de cada organización. Al final, el Threat Hunting se adapta a cada situación y esto lo hace valioso y desafiante.
Además, es un proceso de mejora continua, a medida que se aprende de los hallazgos previos y se analiza cómo evolucionan las amenazas, se puede ir ajustando y perfeccionando las estrategias. Así, el Threat Hunting se convierte en una herramienta esencial para cualquier organización que quiera fortalecer su ciberseguridad y ser más resiliente en un mundo cada vez más digital. Cada búsqueda es única, ya que se ajusta a los recursos disponibles, a las características de la empresa y a los objetivos específicos de seguridad.
Para realizar un Threat Hunting efectivo y contribuir a esta mejora continua, existen metodologías y frameworks que ayudan a identificar más rápidamente los movimientos de los adversarios. Estos frameworks proporcionan una biblioteca integral de las tácticas y técnicas que los atacantes suelen utilizar, ayudando a los equipos de seguridad a ser minuciosos y exhaustivos en las búsquedas. Estas metodologías permiten estandarizar y mantener una consistencia en los esfuerzos al momento de realizar la caza de amenazas, creando una base de conocimiento para una futura búsqueda.
Procesos claros y efectivos:
Ciclo de la caza: Permite estructurar las investigaciones, abarcando desde la planificación hasta la validación y respuesta a amenazas.
Metodología del adversario: Analizar el comportamiento y las técnicas de posibles atacantes ayudando a anticiparse y a identificar patrones.
Matriz MITRE ATT&CK: Ofrece un mapa detallado de las tácticas y técnicas que usan los atacantes, para guiar la caza y priorizar amenazas importantes.
Ejemplos de Escenarios de Threat Hunting:
Amenazas Externas: En este caso, nos enfocamos en detectar y analizar amenazas que vienen desde fuera de la organización, por ejemplo, mediante patrones de comportamiento en el perímetro de la red o basándonos en inteligencia de amenazas.
Amenazas Internas: Aquí, el foco está en actividades sospechosas dentro de la red, como intentos de moverse entre sistemas, escalar privilegios o comportamientos anómalos de usuarios internos.
En resumen, el Threat Hunting es una práctica estratégica que ayuda a proteger los activos más importantes de la organización y a estar mejor preparados para enfrentar posibles incidentes de seguridad.
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Autor
Angel Morales
Analista de Seguridad en el área de Threat hunting