El ataque consistió en crear páginas de acceso falsas para cada institución y el envío de correos electrónicos a los científicos nucleares en un intento de que revelaran sus contraseñas.
Un grupo de hackers rusos atacó el pasado año tres laboratorios nucleares de EE.UU. para obtener las contraseñas de científicos de esos centros.
El equipo, conocido como Cold River (Río Frío), apuntó a los laboratorios de Brookhaven, Argonne y Lawrence Livermore, según un informe de la agencia británica de noticias Reuters.
El ciberataque se reportó entre agosto y septiembre pasados, cuando el presidente ruso, Vladímir Putin, afirmó la disposición rusa de usar armas nucleares para defender su territorio.
Los hackers crearon páginas de inicio de sesión falsas para cada institución y enviaron correos electrónicos a científicos nucleares para que revelaran sus contraseñas, añade Reuters.
La agencia no pudo determinar el objetivo contra esos tres laboratorios en específico, ni si los intentos de pirateo tuvieron éxito.
Tampoco los centros involucrados u oficinas gubernamentales respondieron a las peticiones de comentarios de la agencia al respecto.
De acuerdo con expertos en ciberseguridad, Río Frío intensificó sus intentos de hackeo desde que Rusia lanzó su operación militar especial en Ucrania en febrero de 2022, agregó Reuters.
Occidente acusa a Moscú de ser un líder mundial en piratería y utilizar el ciberespionaje para observar a gobiernos e industrias extranjeros en busca de una ventaja competitiva, imputaciones que el Kremlin desmiente reiteradamente.
