Liberty Seguros organiza una jornada con El Norte para analizar las ventajas y los riesgos de la transformación digital
La transformación digital es una realidad a la que no pueden renunciar ni las pequeñas y medianas empresas ni las grandes multinacionales. La digitalización conlleva numerosas ventajas pero implican también una serie, de riesgos que exigen planes estratégicos para garantizar la ciberseguridad, planes que pasan por la concienciación y la formación. Así se puso en evidencia en la jornada organizada ayer por Liberty Seguros con El Norte de Castilla.
Abrieron la jornada Daniel Moreno, director de canal mediado de Liberty Seguros, y Rosa Cuesta, directora general de Política Económica y Competitividad de la Junta de Castilla y León, antes de dar paso a una mesa redonda en la que se abordó la ciberseguridad como base de las transformación digital. Moderados por Carlos Aganzo, director de Relaciones Institucionales de El Norte de Castilla y subdirector de la Fundación Vocento, intervinieron Alberto Bernáldez, director de Ciberseguridad de Liberty Seguros en Europa; Susana Cuevas, directora de Sistemas de Información de Grupo Antolín; Carla Redondo, secretaria general del Instituto Nacional de Ciberseguridad de España (Incibe), con sede en León, y Amador Aparicio, profesor de la Escuela Superior de Ingenieros Informáticos de la Universidad de Valladolid (UVa), investigador, hacker y autor de libros y ponencias.
Según los expertos convocados, el ataque más común en la red es la suplantación de identidad, tanto en el ámbito empresarial como en el personal, porque cada vez es más fácil conocer los comportamientos, rastrear y ‘pescar’ a los internautas.
El director de Ciberseguridad de Liberty Seguros explicó que la compañía ha invertido 100 millones de euros en la transformación digital, un proceso que no se puede parar porque «queremos ser la primera aseguradora en tener todo el negocio en la nube, con todas las ventajas y los riesgos» que entraña, ya que precisa de una continua adaptación. Además, han asumido otro reto y es que la compañía ha apostado por el teletrabajo para favorecer la conciliación laboral y familiar, lo que ha exigido una mayor inversión en tecnología y mayores controles en la ciberseguridad. Desde el punto de vista de Alberto Bernáldez, las tecnologías son una oportunidad para los negocios, para el sector y para la sociedad en general, pero al mismo tiempo «hay que estar preparados para identificar los riesgos y minimizar el impacto».
La directora de Sistemas de Información de Grupo Antolín recordó que la empresa burgalesa está en 27 países, aunque todos los sistemas de gestión están centralizados en Burgos. Una expansión que les obliga a realizar «un mapa de calor» para conocer el tipo de fabricación, la realidad de cada Estado y a identificar dónde están los mayores riesgos. Lo que más le preocupa a la compañía es verse obligados a parar las fabricaciones ante un hipotético ciberataque porque hay que reaccionar rápido para dar respuesta a los pedidos de los clientes. «Cualquier impacto que implique una parada te penaliza porque el cliente te va a exigir el cumplimiento del contrato», advirtió Susana Cuevas. La directiva del Grupo Antolín explicó que van a empezar a hacer paradas en vivo porque «el reto es garantizar la seguridad en todas la cadena de suministros», teniendo en cuenta que trabajan desde con talleres de la vuelta de la esquina hasta con multinacionales en una pirámide invertida en la que la compañía burgalesa se encuentra en el medio, entre los fabricantes y los proveedores. Eso les exige dar mucha formación al personal y organizar ciclos completos detección de vulnerabilidades.
Por su parte, Carla Redondo, secretaria general del Instituto Nacional de Ciberseguridad de España, explicó que el Incibe presta servicios tanto a la ciudadanía y a las empresas como a la red académica (las universidades) y los investigadores. El objetivo es «estar preparados, detectar las vulnerabilidades y tener capacidad de actuar para defenderse». Desde su punto de vista, es fundamental transferir la investigación a la sociedad y a las empresas. También señaló que España ocupa el tercer puesto en el mundo en materia de ciberseguridad y que hay que crear estructuras permanentes para que eso se mantenga en el tiempo.
Oportunidades
El profesor de la Escuela Superior Ingenieros Informáticos, investigador y hacker Amador Aparicio confirmó «la cantidad de oportunidades laborales que ofrece la ciberseguridad», para lo que hay que tener grandes conocimientos tecnológicos, y también señaló que los alumnos de la Universidad de Valladolid (UVa) sí que salen los suficientemente especializados como para dar respuesta a las necesidades actuales. En su opinión, una de las claves es investigar y «aprender de los malos» para poder actuar.
También argumentó que «las empresas tienen una responsabilidad con las personas que se han formado en la Universidad» a la hora de ofrecerles prácticas y contratarles unas vez que han concluido su formación académica. Amador Aparicio señaló que «el cibercrimen está ya por encima del contrabando de armas, las drogas, la prostitución y la trata de blancas» y defendió que uno de los principales ataques en las redes es la desinformación y las noticias falsas (‘fake news’). A la vez, aconsejó a las empresas planes de contingencia.
Los expertos señalaron que la tecnología da pasos vertiginosos y «los malos» están al acecho, por lo que hay que estar preparados para responder de forma inmediata a los ciberataques. La brecha en una empresa puede abrirse a través de cualquier directivo o empleado por lo que es necesario concienciar al personal a la hora de extremar los cuidados para no caer en las trampas que lanzan tanto a través del correo electrónico como de llamadas de teléfono. La ciberseguridad en la nube, en el internet de las cosas y en el metaverso es el reto.
«Hay un grupo regional de trabajo que permite tomar posiciones en Europa»
En 2021 había en el mundo 5.300 millones de internautas y más de 29.000 millones de dispositivos, de ahí la necesidad de invertir en ciberseguridad. La Junta de Castilla y León también está viviendo como un auténtico reto la ciberseguridad, a la que el pasado año se destinaron 5,5 billones de euros en el mundo. Fueron los datos ofrecidos por la directora general de Política Económica y Competitividad, Rosa Cuesta, quien señaló que la comunidad autónoma ha invertido 25 millones de euros en proyectos de ciberseguridad, junto al Incibe, y que hay un grupo de trabajo que permite tomar posiciones en Europa». Para Cuesta, la ciberseguridad es una oportunidad porque es un sector capaz de retener talentos y de generar puestos de trabajo especializados. La Junta prepara una estrategia para facilitar la creación de empresas que puedan prestar servicios de ciberseguridad.
«Es de vital importancia de cara a la protección de nuestros clientes»
Daniel Moreno, director de canal mediado de Liberty Seguros, recordó que el principal objetivo de una aseguradora es velar por la tranquilidad de sus asegurados y que, por lo tanto, para la compañía es «de vital importancia la ciberseguridad de cara a la protección de nuestros clientes, porque nos preocupa la privacidad de sus datos». Por ese motivo, la aseguradora invierte mucho en ciberseguridad.A empresas como Liberty Seguros no solo les preocupa la seguridad de los clientes, también la de la propia compañía. «Todos hemos vivido un posible ataque cibernético y nos preocupa que nos pueda ocurrir en nuestras propias empresas», añadió. De hecho, Liberty Seguros anunció que la compañía tiene previsto convocar una serie de encuentros similares a los celebrados ayer en la hemeroteca de El Norte de Castilla, dirigidos a los mediadores de seguros porque forman parte de una amplia red que está comunicada a través de las tecnologías con numerosos clientes que, a su vez, utilizan miles de dispositivos y son susceptibles de ser atacados.